Hernán Cortés falleció a la edad de 62 años en Sevilla, España, el 2 de diciembre de 1547. De acuerdo a su testamento, pidió ser enterrado en la parroquia donde muriera. Tras las ceremonias fúnebres el féretro se colocó en el monasterio de San Isidro del Campo, en Sevilla, pero por cuestiones de espacio el cuerpo fue re ubicado
En su testamento Cortés pidió que antes de cumplirse 10 años de su muerte, su cuerpo debía ser enviado a la Nueva España para ser enterrado en un monasterio que había mandado a construir en Coyoacán. Sin embargo, este inmueble nunca se concretó pues el cabildo de la ciudad había usado el dinero para otros proyectos. Aún así, en 1566 el cuerpo de Cortés fue enviado en una urna cerrada a la Nueva España y fue depositado en la Iglesia de San Francisco de Texcoco. Y fue hasta 1629 que la urna fue removida una vez más tras el fallecimiento de Pedro Cortés, quién fue el último integrante masculino de la descendencia de Hernán Cortés. Los dos fueron colocados en el un templo Franciscano de la Ciudad de México.
Para 1794, la urna de Hernán Cortés fue trasladada a la Iglesia de Jesús Nazareno donde alguna vez Cortés manifestó querer ser enterrado.
Al terminar la Independencia de México los restos de algunos héroes que participaron en esta lucha histórica de fueron depositados en la Ciudad de México. Los restos de Hernán Cortés también fueron llevados a ese recinto en 1823, situación que provocó molestia en la sociedad. Muy pronto la idea de ir a profanar la urna y destruir los restos de Cortés fue volviéndose más popular, por ello, Lucas Alamán, administrador del hospital de Jesús Nazareno decidió sacar la urna y la ocultó, primero en la tarima del hospital.
Cabe destacar que Este hospital fue fundado por el propio Cortés en 1524 para atender a los soldados españoles. El diseño corrió a cargo de Pedro Vázquez, y junto a este hospital, también se levantó un templo, pues por disposición de los Reyes de España donde hubiera un hospital también debía construirse una iglesia. Durante la colonia se le conoció como Hospital del Marqués, hasta que en1665 recibieron una figura de Jesús Nazareno, que les fue donada por Juan Manuel de Solórzano. Esto provoco que el hospital como la iglesia fueran renombrados “Jesús Nazareno” en honor a esa pieza.
Para evitar que la urna con los huesos de Cortés se perdiera, Alamán registró en un acta su ubicación exacta y sacó tres copias: una fue entregada a la Embajada de España, otra la hizo llegar a los descendientes de Cortés, quienes vivían en Italia y otra se guardó en el Patronato del Hospital. Las actas recibieron tratamiento de “secreto” y permanecieron selladas por más de un siglo.
No fue hasta 1946 cuando el político español Indalecio Prieto encontró una de estas actas olvidada en la Embajada de su país. Al leer el acta, Prieto se enteró que la urna de Hernán Cortés se encontraba oculta en uno de los muros contiguos al altar del antiguo templo de Jesús Nazareno, y fue así como el 24 de noviembre de 1946 comenzaron las labores para intentar dar con la urna. Luego de horas de trabajo se halló una bóveda en cuyo interior había una urna de cristal donde estaba una osamenta que, por acuerdo presidencial, fue enviada al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Ahí determinaron que esos huesos habían pertenecido a Hernán Cortés.
A pesar de que todavía había gente que pedía acabar con los restos de Cortés, se decidió regresar la urna al muro de la iglesia en donde había permanecido oculta, pero ahora se colocó una placa de bronce con la leyenda "HERNÁN CORTÉS 1485-1547", acompañada por su escudo familiar.
Bibliografías e imágenes tomadas de:
- Anónimo (17 de febrero del 2017). Recuperado de: https://www.sopitas.com/entretenimiento/tumba-hernan-cortes-donde-esta-vagando/
- Noticieros Televisa (30 de noviembre del 2018). Recuperado de: https://noticieros.televisa.com/historia/donde-esta-tumba-de-hernan-cortes/